La gestión de un espacio de coworking por The Shed

Consejos y reflexiones del espacio de coworking  The Shed

The Shed Co es un espacio de coworking situado en el corazón de Madrid que abrió sus puertas en el 2013. Es un edificio que han ido ocupando a medida que iba creciendo la comunidad, actualmente cuenta con 1.062 m2, tiene una capacidad para unos 150 puestos y se dirige a empresas, emprendedores y freelancers.

Le pedimos a Gonzalo Navarro, el CFO de The Shed que nos compartiera toda su experiencia en la gestión del coworking durante estos 6 años de negocio. Errores, logros, cosas aprendidas y todo aquello que él considera importante que un operador de coworking debería saber para llevar a cabo una buena gestión del negocio. Esta es su historia:

Recuerdo hace 6 años cuando llegó la primera coworker a The Shed Co, el espacio parecía como un parking cuando no hay ni un coche y no sabes donde aparcar, eso sí, en aquellos momentos era el espacio más chulo de la ciudad. Esto me ha recordado el camino que hemos realizado y las dificultades que a lo largo de los años hemos gestionado. Aprovechando estos recuerdos me gustaría contaros como hemos ido evolucionado nuestro espacio de coworking desde la pequeña zona que empezamos hasta lo que nos hemos convertido.

Recuerdo en los inicios, como tratamos de buscar clientes y eso nos llevó a realizar varias campañas SEM y muchos eventos gratuitos. Con la idea de atraer publico genérico y sin ningún tipo de filtro, pensando que esta política nos traería negocio. Que equivocados estábamos.

Cuando hicimos las primeras campañas SEM, encontramos que la profesionalidad en el sector dejaba mucho que desear y que nuestro sector no era tan fácil convertir clientes con una campaña de pago. También fuimos aprendiendo que las campañas de pago eran más complejas y que no teníamos experiencia. Por eso, nos centramos en lo que sabíamos hacer, el SEO.

Por aquella época, hubo una empresa de Marketing Online especializada en compra de tráfico que nos dijo “dedicaros a otra cosa porque esto os lo lleno en dos días”, gastamos dinero y lo único que tuvimos fue facturas a pagar.

Es cierto que éramos novatos en todo, coworking y marketing online, pero poco a poco y zancadilla tras zancadilla fuimos aprendiendo.

En paralelo, los eventos, descubrimos a base de prueba y error, que hay auténticos profesionales en los cursos de formación gratuitos, con el paso del tiempo nos dimos cuenta de que venían individuos que trataban de llevarse conocimiento gratuitamente y nada más. Con el tiempo, también encontramos que había coworkers que se acercaban para utilizar al resto de los coworkers a que les hicieran cosas “gratis”, mientras que ellos nunca tenían tiempo para nada ni nadie. Este tipo de individuos son gente que además hay que tener mucho cuidado porque te vacían el espacio en cuestión de días.

La verdad es que no había tiempo para aburrirse y las experiencias nos han ido dando una capacidad de detectar cada tipo de persona.

Pero bueno, esto son anécdotas que os cuento para que tengáis en cuenta que no es oro todo lo que reluce.

Por eso, para gestionar un coworking lo primero que hay que tener en cuenta son los siguientes puntos:

  1. El tamaño importa.
  2. La comunidad debe ser homogénea.
  3. Tu espacio tiene que ser diferente, no digo mejor sino diferente.
  4. Las cuentas claras, Se cobra al contado y todos los 1 días del mes.
  5. Tu tiempo tiene precio.
  6. Tu equipo tiene que seguir tu filosofía.
  7. ¿Qué más ofreces?
El tamaño

El tamaño es una de las cosas que debes tener en cuenta a la hora de montar un espacio de coworking, dado que es un negocio de volumen. Es necesario tener un mínimo de metros cuadrados para poder obtener rendimientos económicos que no hagan peligrar tu negocio. Desde mi punto de vista cualquier espacio de menos de 2.000 m², si tu visión no es el autoempleo, no va a funcionar. En este punto varía mucho si el espacio es tuyo y lo que tratas es de rentabilizarlo a que sea un espacio que alquilas y lo quieres explotar. Ten cuidado porque conozco espacios que al final están trabajando para pagarle el alquiler a otro y eso no es sostenible.

La comunidad

La comunidad es lo más importante de tu espacio, para poder ofrecer un entorno cómodo a personas que quieran trabajar allí, tienes que pensar a qué público te diriges. Olvídate tener un público de 25 a 55 años muy heterogéneo donde hay profesiones desde “diseñadores web” hasta abogados patrimonialistas.

Esto no funciona, las personas quieren sentirse cómodas y pertenecer a un grupo o comunidad. Para cumplir sus expectativas, el grupo suele tener las mismas inquietudes, por eso, no intentes mezclar un soltero de 25 años, programador y que vive con 4 amigos en un piso con necesidades totalmente distintas de un profesional o consultor que es padre de familia de 35/40 años con 2 hijos. El primero está pensando en salir a tomar unas cañas y el segundo en que va a hacer el fin de semana con su familia. Esto sin entrar en otros géneros y tipos de familia. Así como las necesidades de una madre ya sea soltera, casada o divorciada; probablemente tenga la mañana para trabajar y a partir de las 4 de la tarde saldrá como un cohete a recoger a sus hijos. Cada colectivo tiene sus propias prioridades y además recuerda que vienen a trabajar y a hacer «networking» de verdad, no a pasar el rato.

El espacio

Hoy en día el coworking se ha convertido en un «comodity», se abren espacios nuevos cada semana en las grandes ciudades, vamos que aparecen como setas y lo que es más importante, han desembarcado grandes empresas que tienen mucha más financiación y están montando espacios que parecen de otra galaxia con automatismos, inteligencia artificial, flujos y sobre todo mucho dinero para gastar en comprar tráfico de datos y hacer publicidad. Estos espacios por su configuración se enfocan en grandes y potentes empresas o en clientes con un nivel adquisitivo alto o muy alto. Pero tienen un problema: la estandarización y el trato a los clientes. Te preguntarás ¿trato a los clientes?, pues sí, el trato que tú le puedes dar a tu cliente, puede ser más personal y más cercano que estos monstruos y aunque la estandarización está bien, hay clientes que buscan lo contrario y es ahí donde debes estar. Es muy importante que encuentres tu diferenciación y la explotes.

Las cuentas claras

Todo negocio necesita estar saneado y de verdad es un tema que hay que tomarse muy en serio, Tu negocio se basa en alquilar un espacio y pagar a unos proveedores que no te van a fiar y que te van a exigir el pago casi al contado. Tu cliente tiene que saber que es un negocio y que tú y tus trabajadores dependen de él y que esté saneado es fundamental, igual que ellos tratan de cobrar en tiempo y forma. Tú tienes que hacer lo mismo y no vale retraso ni descuentos absurdos. Es muy importante quitarte todo cliente que se retrase en el pago o que te esté racaneando cada mes. Lo más importante es cobrar a tiempo, porque así podrás dar servicio y garantizar tu subsistencia.

Tu tiempo

Te darás cuenta de que un coworking es un entorno complicado, dado que estás continuamente con tu cliente desde la mañana a la noche. Por eso, te vas a encontrar con situaciones complicadas y la única solución es que organices bien tu tiempo y que la atención al cliente sea con cabeza. No puedes estar a todas horas y dando atención inmediata. La planificación es fundamental para que salgan las cosas y gestionar correctamente a cada colaborador va a ser la diferencia que acabes o no estresado. Cada esfuerzo que hagas tiene que ser medido y calculado. Es imprescindible que tengas hábitos de gestión del tiempo saludables.

Tu equipo

Si montas un equipo, tiene que saber y mamar tu filosofía, es imprescindible que todos tus colaboradores se impregnen de tu idea de gestión y trato con los clientes. Tu equipo eres tú y si no hacen lo que tú harías se irá desdibujando tu proyecto hasta que sea otro espacio más acabando con tu diferenciación y eso lo que tienes que evitar a toda costa.

Tu propuesta de valor

Aparte de todo lo anterior tu empresa tiene que ser diferente y ofrecer algo que el resto no ofrece, en este apartado tienes que buscar que puedes hacer que el resto no hace. Ya sea algo que haga que tu oferta sea diferente de la competencia y que tus clientes valoren más. Es importante pensar fuera de la caja y ver que puedes ofrecer que el resto no lo haga y tenga un valor máximo, no hablo de que sea caro, sino que tenga valor. Es imprescindible para no caer en ser un espacio como los demás.

En resumen, ya no estamos en los primeros años que los que venían autónomos a un espacio buscaban un entrono creativo, distinto y fuera de las grandes compañías. Hoy son ellas las que están intentando que sus departamentos hagan eso, colaborar e intercambiar ideas para ser más productivos y creativos. Ellos buscan lo que nosotros ofrecemos para tener muchas más oportunidades.

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